viernes, 30 de julio de 2010

Nuestro Gran Privilegio

Fanny Ramírez V
Especialista en Medicina Energética
energyfrvcenter@gmail.com

Nuestro Gran Privilegio


Hola amigos, en estos meses que no escribí, tuve la gratificante experiencia de comprobar, una vez más, que la vida en si misma es una oportunidad para lograr la transformación interna de flexibilizarnos.

Solo nuestra propia transformación interna nos conducirá a experimentar nuevos sentidos del ser, nos dará la posibilidad de co –crear salud, de vivir nuestra verdadera independencia, la interior, y de disfrutar el integrarnos con el mundo en una relación de paz y armonía.

Los eventos que experimentamos, las experiencias que acumulamos, los egos que poseemos, van generando resultados que en definitiva van dependiendo de cómo hayamos decidido vivirlas.

Entre más pequeño sea nuestro ego, más flexible será nuestro sistema de creencias y más cerca estaremos de nuestro camino de evolución hacia una verdadera libertad, una que se declara en paz universal y armonía total con todo el mundo, una que sabe que las decisiones que nos conducen a experimentar eventos de agresión, de incomprensión, de intolerancia, traen como seguro acompañante un estado de sufrimiento, cada vez más fuerte y difícil de enfrentar, sufrimientos que serán tan fuertes como tus propios egos.

Así, lo que nos toca como destino, es decir, lo que tenemos que vivir para aprender y comprender, sólo organiza las circunstancias, el lugar y las relaciones que producen experiencias de comprensión ó no, de crecimiento ó no, de aprendizaje ó no, de libertad ó no, de amor ó no, de paz ó no; según decidamos vivirlas, según decidamos asumirlas.

Como dijo William Shakespeare: “El destino es quien baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.

Finalmente, somos las únicas criaturas en el universo que poseemos el gran privilegio de decidir… Entonces, hagamos uso de nuestro gran privilegio, el poder de decidir:

Decidir amar en vez de odiar

Decidir reír en lugar de llorar

Decidir hacer la paz en lugar de la guerra

Decidir unir para nunca dividir

Decidir vivir en lugar de morir, decidamos vivir en el mejor lugar del mundo, ese donde nuestro Dios, el destino, las circunstancias y/o nuestras decisiones nos han traído, nuestro mundo, éste, aquí ahora.